En realidad los procesos curativos que ocurren tras una Rinoplastia no difieren en gran medida de los que ocurren en otros tipos de intervenciones. Sin embargo la inflamación en la nariz “cunde más” y se puede apreciar su rastro durante mucho más tiempo que en otras operaciones. Por poner un ejemplo, la presencia de dos milímetros de inflamación a los seis meses de una operación de mamas no genera absolutamente ningún cambio que podamos apreciar. Esos mismos dos milímetros a las dos semanas de una Rinoplastia pueden generar una enorme distorsión.