Última actualización el 18 diciembre, 2016 por Juan Monreal
Durante los días 5, 6 y 7 de Junio se celebrará en Tenerife el 48º congreso de la Sociedad Española de Cirugía Plástica, Reparadora y Estética. Se trata de nuestra reunión anual donde presentamos nuestras experiencias y avances en la especialidad. Tradicionalmente he presentado alguna ponencia o comunicación al Congreso y también he tenido el honor de presidir varias mesas; este año, una vez más, presidiré la mesa de injertos de grasa y células madre.
Este año en particular presentaré cinco ponencias sobre aspectos relativamente diversos y que tienen en común mi apasionada dedicación a los injertos de grasa. La decisión de presentar cinco comunicaciones es la de trasladar al auditorio mi experiencia en aspectos relevantes de la cirugía estética y reconstructiva donde los injertos de grasa son especialmente importantes o directamente imprescindibles. Algunas de estas experiencias son inéditas y no han sido comunicadas previamente.
Injertos de grasa en remodelación nasal y perinasal. Se trata de un clásico con actualidad permanente ya que sigue siendo una petición, cada vez más frecuente, por parte de los pacientes. La utilidad de los injertos de grasa en la remodelación nasal tiene varias vertientes. Algunos pacientes, conscientes de que su inestetismo nasal es leve, solicitan soluciones “no quirúrgicas” a dichos inestetismos. Aunque desgraciadamente sólo un 8-10% de pacientes se pueden beneficiar de este abordaje, es preciso tener los conocimientos suficientes sobre dinamismo nasal para saber encauzarlos y darles una solución no quirúrgica. Pacientes que no han sido operados previamente, podrían obtener un dorso recto y una punta más elevada con contornos más uniformes, aunque no podremos estrechar la punta si esto es necesario. Igualmente pacientes previamente operados podrán obtener un refinamiento en la silueta nasal o corregir pequeños defectos o asimetrías en el dorso y la punta que la rinoplastia previa no ha conseguido obtener. Finalmente, y durante la realización de una rinoplastia primaria o secundaria, se pueden emplear los injertos de grasa para asegurar un dorso uniforme o una armonía adecuada con respecto al entrecejo, lo pómulos o la parte alta del labio. Las pieles finas son especialmente complicadas en rinoplastia, siendo el injerto de grasa es muy útil en estos casos. En cualquiera de los casos, no aconsejo nunca emplear inyectables sintéticos permanentes ya que pueden generar situaciones muy difíciles de solucionar.
Injertos de grasa y Rinoplastia en remodelación facial. Teniendo en cuenta que las proporciones faciales deberían ser una prioridad que cualquier cirujano plástico debería perseguir al realizar cirugía estética facial, es imprescindible explicar cualquier falta de armonía facial a muchos pacientes que consultan únicamente por una Rinoplastia. Una rinoplastia puede conseguir en muchas ocasiones este balance sin mayores ambiciones; otras veces una rinoplastia puede empeorar aún más la falta de armonía o, sencillamente, puede no conseguirla. Los injertos de grasa colocados adecuadamente y después de un estudio pormenorizado pueden, con poca agresividad, mejorar el balance al tratar con efectividad áreas tan sensibles estéticamente como el mentón, los pómulos la zona alrededor de la nariz o la frente. El posoperatorio del paciente no se prolonga más allá del habitual de una rinoplastia y el balance final suele se, sencillamente, sorprendente. Aunque se podrían obtener resultados similares mediante el uso de prótesis o inyectables sintéticos, los injertos de grasa ofrecen una solución a medida del paciente y su situación, biológicamente perfecta y con una agresividad mínima. Este abordaje no supone un cambio dramático o una alteración de la personalidad del paciente. Supone más bien un paso más allá, una profundización, en la obtención de un embellecimiento facial real.
Injertos de grasa en la reconstrucción de los miembros inferiores. La reconstrucción de los miembros inferiores después de traumatismos, otras cirugías o enfermedades como la poliomielitis suele se un reto que, en ocasiones, deja numerosas secuelas difíciles de corregir; asimetrías, cicatrices, fibrosis y adherencias por nombrar algunas. La reconstrucción estética de estas secuelas ha sido un hecho largamente abandonado y repetidamente solicitado, existiendo pocas publicaciones en las que se trate el tema. En esta ocasión presentaré mi experiencia en la reconstrucción estética de las secuelas mediante injertos de grasa. Se presentan tres casos de orígenes distintos en los que el tratamiento les ha devuelto parcialmente la simetría y los contornos de las piernas y, en definitiva, un mejor aspecto. Al contrario que otras técnicas más agresivas, los injertos de grasa suponen en estos pacientes una vía más sencilla y menos traumática de obtener la mejoría. La durabilidad del resultado es otro factor importante ya que se trata de pacientes “cansados” de los quirófanos.
Revisión de 275 casos de aumento de pene. Desde hace más de 18 años vengo realizando aumentos de pene (faloplastia de aumento) una disciplina muy exigente debido a las connotaciones psicosociales que tiene. En todo este tiempo he realizado 275 intervenciones de este tipo con un grado de satisfacción ciertamente alto. Desde hace más de diez años suelo realizar el alargamiento y el engrosamiento de forma simultánea para ampliar las tres dimensiones y mejorar el volumen final. Mi preferencia en cuanto al engrosamiento siguen siendo los injertos de grasa, una técnica con muy pocos y leves efectos adversos si lo comparamos con otras disponibles. A pesar de parecer una técnica sencilla necesita una larga curva de aprendizaje para “exprimir” hasta el último centímetro lo que cada paciente nos permite.
Tratamiento del tortícolis muscular congénito mediante injertos de grasa. Se trata, humildemente, de una primicia mundial que presenté en el IV Congreso de la Sociedad Española de Trasplante de Grasa (STGRA) que tuve el honor de presidir. Aunque su aparición es rara y los casos en jóvenes o adultos lo son más se trata de una patología que condiciona las relaciones sociales al impedir una movilidad del cuello adecuada. hasta la fecha los tratamientos existentes consistían en seccionar el músculo a diferentes niveles con la intención de alargarlo, pero la contracción secundaria era relativamente alta. Estas técnicas tampoco mejoraban la asimetría facial ni el contorno del cuello, por lo que su eficacia era limitada. Los injertos de grasa colocados en el interior del músculo mejoran todos los parámetros. Consiguen mejorar la simetría del cuello y su estética, consiguen mejorar la longitud y la funcionalidad del músculo y nos sirven simultáneamente para devolver la simetría a la cara. Un avance adicional es la rapidez en la recuperación ya que no hay incisiones ni cicatrices. Espero poder presentar esta técnica en el próximo congreso de la International Federation of Adipose Therapeutics and Science (IFATS).
Quiero dar mi más sincero agradecimiento al Dr. Cristino Suárez y a todo el Comité Científico del Congreso por la aceptación de todas mis propuestas.
Toda la información relativa a los injertos de grasa se puede consultar en este enlace
También te puede interesar…