Nuestro organismo se gobierna mediante una serie de complejos mecanismos en los que participan tanto células como mediadores químicos que hacen las veces de “señales”. Las células que reciben esas señales interpretan la orden para desarrollar las tareas para las que han sido concebidas (como producir una sustancia o viajar hasta la otra punta del cuerpo para reparar un tejido). Parte de ese gobierno se destina a la renovación continua para hacer frente a los deterioros propios del paso del tiempo y a las lesiones, traumatismos o enfermedades que aparecen con los años. Es aquí donde las células madre y regenerativas ejercen una de sus funciones. Es realmente muy complicado explicar de forma breve, concisa y en un lenguaje llano como se realiza este gobierno, tanto más cuando cada estirpe celular tiene su modo de comportamiento particular. Para tratar de explicar estos conceptos los intentaré comparar con un símil de la vida cotidiana.
Imaginemos por un momento a nuestro cuerpo como un gran edificio perteneciente a una empresa.
- Su edificio contiene muchos departamentos (nuestros órganos) dedicados, cada uno de ellos, a una tarea diferente. Los departamentos se comunican unos con otros para coordinar las acciones necesarias de manera que todo funcione bien.
- Los departamentos están ocupados por empleados (nuestras células) que son,en definitiva, los que trabajan.
- Pero en nuestra empresa van a ocurrir dos cosas importantes.
- Una de ellas es que los trabajadores se irán jubilando y desapareciendo (apoptosis o muerte celular) y será necesario que otros nuevos ocupen su lugar.
- También será necesario un tipo de empleados muy particular, un equipo de “profesionales” (células regenerativas) que se encargarán del mantenimiento de la empresa para arreglar desperfectos y gestionar la seguridad de los empleados. Este equipo incluirá pintores, electricistas, albañiles, … y como no, el servicio de seguridad (celulas inmunitarias).
Las células madre son los directivos de la empresa encargados de generar nuevas células (nuevos empleados) a medida que estas van desapareciendo. Ellas saben en todo momento que empleados faltan, de que departamento, con que experiencia y cuantos se necesitan. También gestionará como ha de realizarse el mantenimiento enviando el número y tipo adecuado de profesionales (células regenerativas) en cada situación. Si nosotros enviamos un servicio de mantenimiento a un departamento donde no hay nada que arreglar, los empleados (las células regenerativas) se quedarán parados sin saber que hacer. Por tanto para que las células regenerativas cumplan su función deben encontrar algo “estropeado”. Si lo encuentran comenzarán su reparación y si se ven incapaces de controlarlo todo, no dudarán en buscar refuerzos en otros departamentos (tejidos u órganos).
Es decir, la diferencia básica entre células madre y células regenerativas es que las células madre son capaces de proveer de nuevas generaciones de células (regenerativas o de otro tipo) a nuestro cuerpo para que afronte su desgaste y también gestionan y dirigen estas necesidades; por esto las celulas madre pueden originar muy distintas estirpes celulares (en el caso de las células madre derivadas de la grasa pueden originar células de la grasa, del cartílago, del hueso o del músculo). Las regenerativas por el contrario son células más especializadas destinadas a procesos de reparación y de alerta. Cuando enriquecemos un injerto de grasa con células regenerativas estamos aportando un mayor número de empleados de mantenimiento, para que el injerto sobreviva y se integre lo mejor posible. Cuando administramos directamente las células estamos enviando a esos empleados a que colaboren con los que ya hay en el tejido afectado de forma que haya mayor potencial de curación.
- Cuando se administran células regenerativas se hace en forma de la conocida Facción Estromal Vascular. Esta fracción contiene también a las células madre con las que “hacen equipo” para ser eficaces. De esta manera la comunicación entre “jefes y empleados” se hace de manera eficaz sin existir comportamientos anómalos.
- Cuando se administran células madre aisladas a un tejido, estas llegan “de repente” a un lugar nuevo de manera que tienen que establecer nuevos contactos y alojarse en el lugar adecuado. En estos procesos puede haber “desencuentros” y comportamientos anómalos que generarían situaciones no deseadas. Por este motivo cualquier aplicación de células madre deberá seguir unos estudios rigurosos que comprueben, a demás de su eficacia, su seguridad.
Información adicional
Si desea información sobre artículos científicos publicados por el Dr. Monreal sobre Lipoimplante y sobre células regenerativas puede consultar este enlace o buscar directamente en PubMed usando el buscador que verá más abajo (use preferiblemente términos en Inglés).
A continuación se detallan algunas referencias bibliográficas relevantes que podrá consultar si lo desea.
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