Última actualización el 14 marzo, 2017 por
Abdominoplastia y Lipoabdominoplastia
Procedimiento quirúrgico que tiene como finalidad corregir abdomenes distendidos, con acusada flaccidez de la musculatura abdominal, de la piel abdominal o de ambos. Tipico en abdomenes después de embarazos o grandes perdidas de peso.
Esta intervención requiere estudio preoperatorio, anestesia epidural o general y una noche de ingreso hospitalario como mínimo. Habitualmente la combinamos con con Liposucción para mejorar el resultado. Existen varios tipos de Lipoabdominoplastia dependiendo del problema que tenga el paciente. La cicatriz resultante dependerá de la técnica empleada.
En condiciones normales podrá volver al trabajo en 10 ó 15 días. Los resultados son muy duraderos siempre que no existan grandes cambios de peso o nuevos embarazos.
Indice
¿Qué es una Abdominoplastia?
Una abdominoplastia, también conocida como Dermolipectomía abdominal, es un procedimiento quirúrgico que
elimina el exceso de piel y grasa de la región abdominal media e inferior y tensa la musculatura abdominal.
De esta forma se puede eliminar el aspecto de abdomen fláccido y abombado que ocurre con frecuencia tras los embarazos o la pérdida masiva de peso. Una abdominoplastia puede realizarse al mismo tiempo que otros tipos de cirugía de contorno corporal como liposucción, lifting de glúteos o muslos, reducción mamaria o mastopexia (elevación de pecho).
Si Ud. piensa que su silueta puede mejorar con una Abdominoplastia, este folleto le ofrece los conceptos básicos a cerca de cómo se realiza, cuando está indicada y qué resultados puede obtener con esta operación.
Cuándo está indicada una Abdominoplastia
Una Abdominoplastia podrá mejorar su apariencia y su autoestima, pero no necesariamente conseguirá un aspecto “ideal” o cambiará la apreciación que los demás tengan de Ud. Los mejores candidatos para una Abdominoplastia son aquellas personas que estando cercanas a su peso ideal, presentan acúmulos de grasa bajo al piel del abdomen y la cintura junto a flaccidez cutánea y muscular que no responden a una dieta o a ejercicio. Está indicada tanto en hombres como en mujeres aunque es particularmente útil en las mujeres que, a causa de embarazos, tienen un estiramiento o dilatación irreversible de la piel y de la musculatura del abdomen. También es útil en circunstancias como grandes perdidas de peso corporal que no han ido acompañadas de la adecuada adaptación de la piel, y esta, por tanto, se ha descolgado. Algunos pacientes que presentan dilataciones musculares con o sin hernias en la pared abdominal, pueden beneficiarse de una abdominoplastia aunque no existan excesos de piel y/o grasa simultáneos.
Aquellas mujeres con intención de tener más embarazos, deberían posponer este tipo de cirugía puesto que un nuevo embarazo volvería a dilatar la piel y la musculatura.
Cuándo está contraindicada una Abdominoplastia
Una Abdominoplastia nunca debe ser realizada en pacientes que presentan alguna infección activa en su cuerpo, en pacientes con alteraciones de la coagulación de la sangre o en la cicatrización de los tejidos, en pacientes con debilidad en el sistema inmune o en pacientes que están o pudieran estar embarazadas. Los pacientes fumadores deberían haber dejado de fumar al menos cuatro o seis semanas antes de la operación de abdominoplastia. Cualquier paciente con una enfermedad mental en tratamiento debería esperar a la estabilización o resolución de su estado. Pacientes con expectativas poco realistas o perfeccionistas o aquellos que no desean cicatrices en la región abdominal no deberían someterse a una Abdominoplastia. Algunas de estas circunstancias suponen una contraindicación temporal, otras suponen una contraindicación absoluta. Si piensa en tener embarazos debería posponer una abdominoplastia para más adelante. Igualmente no es aconsejable realizar una abdominoplastia antes de los seis u ocho meses tras un embarazo/lactancia.
Riesgos e incertidumbres
La Abdominoplastia está considerada como una intervención quirúrgica segura y con un índice muy bajo de complicaciones, siempre y cuando esté realizada con los medios adecuados y por personas cualificadas. No obstante debe saber que no está exento de los riesgos inherentes a cualquier intervención quirúrgica y de complicaciones propias de este procedimiento. La infección de las heridas o el sangrado excesivo son complicaciones raras que ocurren en menos del 1% de los pacientes. El sangrado excesivo o la presencia de grandes hematomas que necesiten reoperación, ocurren generalmente en casos en los que el paciente toma o ha tomado determinados tipos de medicamentos antes de la operación (como Aspirina o Anticonceptivos). Más infrecuente aún es la aparición de embolismos grasos o tromboembolismos, (es decir, la presencia de fragmentos de grasa o coágulos de sangre dentro del torrente sanguíneo), alteraciones del color de la piel o la alteración permanente de la sensibilidad en el abdomen. También es infrecuente la presencia de seromas (acúmulos de suero bajo la piel), que habitualmente se tratan con facilidad mediante punción sin dejar secuelas. Si Ud. es fumador, es imprescindible que deje de fumar. El tabaco contribuye a una mala cicatrización y a un mal riego sanguíneo y aumenta la posibilidad de complicaciones (como la perdida de piel en los bordes de la herida); es por tanto muy importante que Ud deje de fumar, al menos un mes antes de la operación. La presencia de cicatrices anómalas (hipertroficas o queloideas) es poco frecuente frecuente pero, caso de aparecer, deben tratarse lo antes posible. El resto de complicaciones, incluyendo las derivadas de la administración de anestésicos, son las comunes a la practica de otras intervenciones quirúrgicas.
Los diferentes problemas del abdomen
Es difícil resumir la gran cantidad de problemas abdominales que pueden existir y sus múltiples combinaciones. De forma muy esquemática se pueden establecer tres grandes grupos de problemas con sus correspondientes tratamientos.
1.-Si el paciente presenta una pared abdominal con un tono muscular y una calidad de piel correctos pero tiene acúmulos de grasa suele ser candidato a la realización de una liposucción.
2.- Si el paciente no tiene acúmulos de grasa significativos pero si una flaccidez acentuada de los músculos abdominales (independientemente de la calidad de la piel), en principio es candidato a una abdominoplastia para reparar la musculatura y adecuar la piel a la nueva situación.
3.- Si el paciente presenta flaccidez en la musculatura, exceso o flaccidez acentuada de piel y acúmulos de grasa, una lipoabdominoplastia permitirá eliminar los acúmulos de grasa mediante liposucción, reparar la musculatura y eliminar los excesos de piel. El esquema que puede ver en esta página resume de forma gráfica estos conceptos. En la siguiente sección podrá aprender cuales son los conceptos básicos que se emplean al realizar una abdominoplastia y una lipoabdominoplastia. Si desea aprender más sobre como se realizan las liposucciones deberá consultar el capítulo correspondiente a este tratamiento.
Cómo se realiza una Abdominoplastia
Las consultas preoperatorias son muy importantes ya que en ellas se evalúan la cantidad de grasa y piel sobrantes, la elasticidad de la piel y por tanto la longitud y forma de las incisiones. Deberá contarnos cualquier condición médica por la que esté pasando o haya pasado recientemente. Es muy importante la valoración de cicatrices abdominales de cirugías previas como apendicitis, vesícula, etc., ya que pueden ser determinantes en el resultado final o en la generación de complicaciones. En determinados casos en los que la flaccidez únicamente está por debajo del ombligo o cuando sólo se pretende reparar la musculatura abdominal distendida, la incisión puede ser tan corta como la que se realiza en las cesáreas. En otras ocasiones, cuando la flaccidez cutánea abarca una área más amplia del abdomen, esta incisión irá de cadera a cadera pasando por encima del pubis (ver esquemas). En casos donde la flaccidez es muy severa y afecta también a la cintura y glúteos (como en los casos de perdida masiva de peso), la incisión debe prolongarse más allá de la cadera, contorneando la cintura. En cualquier caso la longitud de la cicatriz final dependerá de la cantidad de tejidos sobrantes.
La operación clásica dura aproximadamente de dos a tres horas, se realiza bajo anestesia general o epidural y necesita, al menos, una noche de ingreso en Hospital. Aunque las incisiones más habituales se sitúan de cadera a cadera y al rededor del ombligo (ver párrafo anterior), la longitud final dependerá del exceso de tejidos y la situación particular de cada paciente. Por ejemplo cuando el exceso de piel afecta al abdomen y los flancos y se acompaña de glúteos caídos, la resección de piel debe ser circunferencial y por tanto la cicatriz también.
Una vez realizada la incisión y separado el ombligo de la piel que lo rodea, se debe despegar la piel de la pared muscular. El exceso de piel y grasa entre el orificio del ombligo y el pubis se elimina. A continuación se tensa la musculatura abdominal realizando una especie de “corsé; esta corrección permite definir la cintura y reparar la separación muscular que puede existir por causa de los embarazos. Por último, la piel del abdomen se tensa de nuevo para cerrar la herida inferior . El ombligo se saca de nuevo a la superficie de la piel abdominal mediante una pequeña incisión. Terminada la operación se dejan unos tubos de drenaje y se coloca una faja de compresión. Debe tener en cuenta que las estrías que existan alrededor o por encima del ombligo no podrán eliminarse.
Existen procedimientos algo más limitados, conocidos como miniabdominoplastia o midiabdominoplastia, en los que la operación se simplifica algo. La incisión es más corta (en ocasiones como la de una cesárea) y el ombligo no cambia de lugar o lo hace sin necesidad de heridas accesorias. Durante este tipo de abdominoplastias se suele tratar sólo el problema muscular, realizándose resecciones de piel muy limitadas o nulas, lo que facilita acortar considerablemente la cicatriz final. Aunque el paciente habitual que precisa este tipo de intervención suele ser delgado, como complemento a las midiabdominoplastias es posible realizar liposucciones limitadas en la cintura.
Por qué una lipoabdominoplastia
La limitación que ofrece en ocasiones la abdominoplastia tradicional es que no se puede asociar con frecuencia a liposucciones ambiciosas en pacientes en los que existen acúmulos grasos significativos en el abdomen, flancos y espalda. Nosotros practicamos con mucha frecuencia un tipo de abdominoplastia denominada Lipoabdominoplastia. Mediante esta técnica se realiza inicialmente una liposucción amplia de todas las regiones del tronco donde es necesario eliminar los acúmulos de grasa no deseados. La liposucción se realiza sin limitaciones en cuanto al grado de flaccidez de la piel ya que esta será adaptada de forma quirúrgica. Una vez terminada, se procede a la eliminación de piel y grasa sobrantes como se ha descrito anteriormente, aunque la liposucción anteriormente realizada permitirá realizar una valoración más precisa de los excesos de piel. La diferencia entre lipoabdominoplastia y abdominoplastia tradicional estriba, por tanto, en que gracias a la liposucción realizada en la lipoabdominoplastia no es necesario un despegamiento de la piel abdominal o este se limita a una estrecha franja que permita la corrección de los músculos. También mediante una Lipoabdominoplastia es posible mejorar mucho más la silueta, afinar la cintura y reducir considerablemente las complicaciones derivadas de los problemas de irrigación sanguínea ya que los despegamientos son mucho más limitados. En pacientes fumadores, en los que la microcirculación puede estar deteriorada , esta técnica se muestra más segura.
El postoperatorio
En condiciones normales permanecerá ingresado entre 24 y 48 horas tras las que será dado de alta del Hospital. Los drenajes se retirarán entre uno y cuatro días posteriores a la operación dependiendo de cada caso. Durante unos cuantos días tendrá una sensación de tirantez en el abdomen y deberá caminar encogido. Estas molestias pueden o no ser dolorosas pero habitualmente ceden con la medicación y no deben impedir que Ud. se mueva y camine libremente aunque con ayuda. Un ejercicio suave después de la operación mejora la desinflamación y acorta el periodo de recuperación. Deberá llevar una faja de compresión 23 horas diarias hasta que la inflamación haya remitido de forma satisfactoria (habitualmente unas tres semanas). Lo más corriente es que pueda realizar una vida normal incluyendo ir a trabajar en unos diez a catorce días. Posteriormente la piel abdominal continuará desinflamandose y mejorando de aspecto lentamente hasta transcurridos dos a cuatro meses. No es necesario retirar suturas salvo en el ombligo y la cicatriz no estará del todo normal hasta que no hayan pasado un mínimo de seis meses. Es normal notar el abdomen acorchado durante varios meses, particularmente por debajo del ombligo. La faja postoperatoria se suele retirar entre la segunda y tercera semanas, si no hay condiciones o procedimientos asociados que lo desaconsejen. A partir del mes o mes y medio podrá comenzar, con cuidado, un régimen de ejercicio físico similar al que realizaba antes de la operación.
Tenga en cuenta que con una abdominoplastia se consiguen resultados muy duraderos siempre y cuando mantenga una alimentación y una actividad controladas. Si piensa quedarse embarazada debería posponer la cirugía ya que la dilatación de todas las estructuras musculares y cutáneas alterará considerablemente el resultado obtenido.
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