Lifting Frontal

Lifting Frontal

El Lifting Frontal es una técnica quirúrgica que mejora la estética de la frente, cejas y párpados superiores de forma prolongada. Mejora la situación de unas cejas y párpados caidos y elimina o mejora las arrugas de la frente y el entrecejo.

Cuando se realiza de forma aislada o con los párpados suele realizarse bajo anestesia local con sedación y no necesita ingreso en Hospital. Puede así mismo asociarse a un Lifting de cara y cuello con lo que se rejuvenece globalmente toda la cara.

Existen varias formas de realizar esta operación dependiendo de cuales sean los signos de envejecimiento que presente el paciente. La exploración de los mismos determinará la localización y tamaño de las incisiones así como las zonas a tratar.
Cuando además de arrugas la forma de la frente no es la adecuada o es demasido tosca, el Lipoimplante puede en ocasiones solucionar este problema facilitando la remodelación y forma de la frente sin necesidad de prótesis.

Envejecimiento de la región frontal

Uno de los signos de envejecimiento más tempranos es la caída de las cejas y la formación de bolsas o pliegues de piel en los párpados. Un lifting frontal puede mejorar las arrugas transversales de la frente, las arrugas del entrecejo, la caída de las cejas y ligeros excesos de piel en los párpados superiores. La extensión de esta intervención puede ser muy variable dependiendo del problema de cada paciente. Puede abarcar toda la frente, cejas y párpados, o limitarse a zonas concretas de cejas y de las sienes.
Aunque actualmente se encuentra en estudio, existen datos prometedores que indican que determinadas maniobras que se realizan en los lifting frontales son beneficiosas para el tratamiento de determinadas jaquecas y migrañas.
Este folleto le dará información básica sobre como se realiza y que resultados puede esperar de esta operación.

Los mejores candidatos para un lifting frontal

Los mejores candidatos para un lifting frontal son aquellas mujeres u hombres en los que se muestran signos de envejecimiento en frente y párpados como los descritos anteriormente. Estos signos pueden ser intensos o leves, determinando el tipo, extensión y localización de las incisiones. Un lifting frontal puede mejorar su aspecto y su autoestima pero no necesariamente tiene que proporcionarle la imagen “ideal” o satisfacer sus expectativas.

Riesgos e incertidumbres

Cuando un Lifting está realizado por un Cirujano Plástico cualificado las complicaciones son infrecuentes pero pueden aparecer. De todos modos las variaciones que pueden existir en la anatomía, la capacidad curativa y la reacción física de distintos pacientes hacen que el resultado final nunca pueda ser predecible.
Como complicaciones pueden aparecer hematomas, infección, reacciones anómalas a la anestesia y materiales de sutura, lesión de estructuras profundas o de los nervios que controlan la sensibilidad del cuero cabelludo o el movimiento de los músculos de la frente y cejas. La curación anómala o retardada de las heridas es más propia de fumadores que de no fumadores.
El lifting frontal, como otros procedimientos, debe ser individualizado para cada paciente. Dependiendo de las condiciones en las que se encuentre su piel, arrugas y huesos faciales, se podrán conseguir determinados resultados. Es muy importante que avise sobre cualquier medicamento que esté tomando (especialmente Aspirina) o sobre condiciones medicas especificas (como tener la tensión alta). Si Ud. fuma es muy importante que intente dejarlo al menos durante las dos semanas anteriores a la intervención y la semana posterior a esta.

Cómo se realiza un lifting frontal

Un lifting frontal puede ser realizado bajo anestesia local o bajo anestesia general. Dependiendo de la anestesia y de la extensión del lifting es posible que necesite ingresar al menos un día. En ocasiones se realiza de forma ambulatoria o asociado a otro tipo de cirugía (párpados o lifting facial).
Cada caso puede variar en cuanto a la colocación y extensión de las incisiones, las áreas de la frente, cejas y párpados que se quieren mejorar, el uso o no de técnicas complementarias (cirugía de párpados inferiores, aumento de pómulos, etc.) y la duración de la intervención.

El pelo que se encuentra cercano a la incisión no se rasura en ningún caso, únicamente se recoge con gomas. La incisión habitual se limita a una pequeña herida de 0.5 cm en la zona media de la frente; desde aquí se manipulan todas las estructuras necesarias para mejorar la frente y cejas. Cuando se prevé un exceso de piel significativo la incisión comienza por encima del nivel de las orejas y cruza el cuero cabelludo hasta el otro lado. Si la frente es amplia, necesariamente la incisión se coloca inmediatamente anterior a la implantación del pelo en la frente, para que esta no se amplíe mas.
En casos seleccionados, cuando la zona de las sienes junto a la frente es la más afectada y se pretende realizar una elevación simultánea de las mejillas, es posible realizar dos incisiones separadas en la zona de las sienes y completar el resto del trabajo en la frente desde los párpados y la linea media. Esta técnica se emplea en pacientes de mediana edad, sin excesos de piel y evita el empleo de cicatrices visibles como las localizadas delante de las orejas.
Una vez tratada la piel, la musculatura responsable de arrugas y demás fenómenos es alterada o resecada. Las estructuras “caídas” se recolocan en posiciones mas altas y si existen excesos de piel se eliminan. Cualquier cirugía complementaria (como los párpados) se realiza a partir de este momento.
Después de la intervención pueden o no dejarse drenajes y puede o no colocarse un vendaje. Si su operación se ha realizado bajo anestesia general ingresará durante una noche. Cuando el Lifting Frontal se ha realizado con incisiones mínimas deberá llevar una cinta durante 14 días.

Después de la operación

El postoperatorio no suele ser doloroso. Las molestias que generalmente aparecen suelen controlarse bien con analgésicos habituales y se suelen situar en los márgenes de la incisión.
Es normal que sienta la piel de la frente algo “acorchada”, esta sensación es transitoria y desaparece en unas cuantas semanas.
Considere como normal que la frente y los párpados estén inflamados y presenten moraduras, este aspecto solo durará unos 7 – 10 días si sigue nuestras instrucciones. El acorchamiento que aparece en la zona alta del cuero cabelludo puede tardar en reemplazarse por sensibilidad normal hasta seis meses. Es aconsejable que no trabaje y que evite los ejercicios o actividades violentas durante al menos las dos semanas siguientes a la operación. La piel de la frente y el pelo necesitarán cuidados específicos y no deberá exponerlos al sol o a rayos UVA durante al menos tres meses.
Aunque al principio pueda sentirse preocupado por el aspecto de la cara, piense que la mayoría de los pacientes regresan a una vida normal (incluyendo su trabajo) en unos 10-14 días. En este periodo la inflamación se normaliza y desaparecen las moraduras. Las cicatrices tardan algunas semanas más en disimularse, pero finalmente se hacen prácticamente imperceptibles.