
Última actualización el 9 noviembre, 2020 por Juan Monreal
Rinoplastia cerrada
Tradicionalmente las técnicas de Rinoplastia se han clasificado en dos grandes categorías: técnica abierta y técnica cerrada. Aunque la Rinoplastia abierta ha ido ganando terreno poco a poco, debido a que permite resolver situaciones complicadas, la Rinoplastia cerrada es la más conocida y probablemente la más usada durante los casos primarios.
Qué es una Rinoplastia cerrada?
Una Rinoplastia es una técnica quirúrgica que se basa principalmente en “esculpir” las estructuras anatómicas de hueso y cartílago que se encuentra bajo la piel y los músculos de la nariz. Este proceso de escultura supone reducir o aumentar el tamaño de huesos o cartílagos o modificar su forma, según las necesidades de cada paciente. Se llama cerrada por que las incisiones necesarias para hacer la intervención, y todas las transformaciones necesarias, las situamos dentro de los orificios de la nariz (las narinas).
Una vez que se ha modificado la arquitectura interior, los tejidos blandos que recubren los cartílagos y los huesos de la nariz (piel y musculatura) se adaptarán a la nueva forma que hemos dado esta nueva arquitectura, proporcionando así la silueta final. Es por tanto importante tener en cuenta las características de estos tejidos blandos, ya que necesitarán tener una elasticidad y grosor adecuados.

¿Cuándo se debe hacer una Rinoplastia cerrada?
La elección de esta técnica (como de casi cualquier técnica quirúrgica) depende mucho de la dificultad del caso y de las preferencias del cirujano. En mi experiencia particular los casos en los que se puede emplear una técnica cerrada son:
- Narices de escasa dificultad técnica,en la que no es preciso visualizar «ampliamente» la anatomía.
- con ausencia de grandes asimetrías. Ambos lados de la nariz no presentan grandes diferencias.
- que requieran pocas modificaciones anatómicas. Las modificaciones que se van a realizar en la anatomía de la nariz son escasas o sutiles.
- que no presenten grandes desviaciones. El eje de la nariz no está torcido o afecta fundamentalmente a la punta de la nariz.
Como podremos entender la visualización de las estructuras, usando una técnica cerrada, es limitada, lo que dificulta o imposibilita algunas maniobras quirúrgicas especialmente complejas. Una Rinoplastia cerrada no es mejor ni peor que una abierta, se trata de adecuar la dificultad o complejidad del caso con la técnica que nos permita obtener los resultados que buscamos.

¿Cómo se realiza una Rinoplastia cerrada?
Tanto las Rinoplastias como las Rinoseptoplastias cerradas se realizan a través de incisiones que se encuentran en el interior de la nariz y que, por tanto, dejan cicatrices no visibles. Desde estas incisiones se procede al tallado de cartílago y/o huesos hasta conseguir la forma deseada.
Los cambios producidos en el dorso (como la eliminación de la jiba) y en la punta nasal (como el afinamiento o la elevación), buscarán la armonía de los contornos de la nariz al mismo tiempo que la armonía facial. La piel que recubre a los cartílagos y huesos nasales se adaptará a los cambios que hayamos realizado en los mismos, produciendo el efecto final. Para saber qué modificaciones son posibles en una Rinoplastia consulte este enlace.
Todas las incisiones se cierran con puntos reabsorbibles que no es necesario retirar. Una vez terminada la operación, se coloca una capa de citas adhesivas sobre la que, a su vez, se coloca la escayola en el dorso de la nariz y unos tapones dentro de los orificios nasales. Si no se ha tratado el dorso mediante osteotomías no será necesaria escayola.
Como norma general se colocan dos pequeños tapones para evitar que el paciente se manche con las secreciones. En este enlace podrá saber más sobre la evolución postoperatoria de una rinoplastia.

Comments (2)
Buenas tardes. Disculpe usted opera en EEUU? Gracias
Nosotros tenemos actividad quirúrgica únicamente en España. Perdone las molestias.