Modificaciones habituales de la nariz durante una Rinoplastia.
Para conseguir la forma deseada en una determinada nariz, el cirujano deberá «esculpir» las estructuras que forman el armazón interior de la misma. Según la anatomía de cada paciente estas modificaciones se realizarán sobre los huesos nasales, los cartílagos triangulares, los cartílagos alares y el tabique nasal. En menor medida, también es necesario, en ocasiones, realizar modificaciones en la musculatura y la piel que cubre la nariz.
Independientemente de que sea abierta o cerrada, estas son las modificaciones habituales sobre la nariz realizadas durante una Rinoplastia.
Modificaciones en los cartílagos de la punta (cartílagos alares o laterales inferiores):
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- Resecciones superiores de las porciones laterales cuando son excesivamente grandes. Su única función debe ser obtener unos cartílagos del tamaño adecuado.
- Suturas de modelado cuando, independientemente del tamaño, la forma y la relación entre los cartílagos no es adecuada. Su función es la de modelar y situar los alares en su posición idónea respecto al dorso. También controlan la simetría, la elevación de la punta y su proyección. Aunque pueden empleares suturas permanentes suelo preferir usar suturas reabsorbibles.
- Injertos invisibles para sujetar la punta en un lugar o darla soporte cuando los cartílagos son débiles. También son útiles para terminar de refinar el modelado.
- Injertos de superficie para dar o alterar la proyección y definición de la punta.
Modificaciones en los cartílagos del dorso nasal (cartílagos triangulares o laterales superiores):
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- Sin no hay problemas respiratorios y el paciente tiene «giba» se suele rebajar el exceso de cartílago, modelando simultáneamente su forma mediante los denominados colgajos separadores o spreader flaps (no confundir con los injertos separadores o spreader grafts).
- Si hay problemas de respiración o de excesiva estrechez o debilidad se usan injertos dilatadores o “spreader grafts” con los que se reconstruyen las válvulas y se puede ensanchar y reforzar el dorso.
- Si el dorso ha sido rebajado de forma significativa se producirá un ensanchamiento nasal que deberá ser corregido. Esta corrección se consigue habitualmente realizando osteotomías ( cortes ) en los laterales de los huesos de la nariz que permiten mover las paredes laterales y estrecharla proporcionalmente.
Modificaciones en los huesos nasales:
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- Deberán ser rebajados (mediante raspa, escoplo o rinopastia ultrasónica) o elevados (mediante injertos de superficie) para conseguir que sea recto, según los casos, de forma que la caída desde la ceja hasta la punta forme un línea continua sin interrupciones.
- Tras rebajar un dorso de anchura normal o cuando la anchura es excesiva, se realizan osteotomías (cortes en el hueso realizados mediante raspa, escoplo o rinopastia ultrasónica) para mantener o devolver la anchura normal.
Modificaciones en la base de la nariz.
La base de la nariz puede estrecharse en caso necesario durante una rinoplastia. Se realizan extirpaciones de pequeños husos de piel en el surco de las alas que las separa de la mejilla. Normalmente es muy difícil o imposible ensanchar, de forma totalmente controlada, la base de la nariz.
Uso de injertos durante una rinoplastia.
Su uso suele ser necesario en rinoplastias secundarias pero pueden ser de mucha ayuda también durante las rinoplastias primarias.
- Para refinar finalmente la forma, soporte y proporciones de la nariz puede llegar a ser necesario, en un pequeño porcentaje de casos, la colocación de injertos de cartílago y/o hueso en zonas estratégicas. Estos injertos suelen obtenerse de los fragmentos sobrantes, previamente resecados, que se reutilizan para este fin. Otras veces se aprovechan los cartílagos provenientes de la septoplastia realizada con fines funcionales. En los casos en los que no existe la posibilidad de rescatar o reutilizar cartílagos o el septum ya fue operado, será necesario recurrir al cartílago de la oreja o al cartílago de las costillas. En algunas circunstancias los microinjertos de grasa pueden usarse en sustitución de los injertos de cartílago.
- Los injertos de grasa son un complemento muy útil para mejorar y suavizar el dorso nasal, corregir asimetrías o defectos en casos de Rinoplastias primarias y, sobre todo, secundarias. También son muy útiles para mejorar el marco anatómico que rodea la nariz y de esa forma balancear aún mas la estética nasal y facial. Los Lipoimplantes nasales pueden utilizarse como único tratamiento para mejorar la nariz o como complemento durante una Rinoplastia convencional.
Es evidente que todas estas, y otras, modificaciones se usarán según el tipo de rinoplastia que se deba realizar. La intensidad o el tipo de modelado y resecciones varían considerablemente de una nariz a otra. Las rinoplastias secundarias son un reto especial ya que en muchas ocasiones pueden existir grandes distorsiones o ausencias que deberán ser reparadas convenientemente.
Puede consultar Rinoplastia sin cirugía para obtener más información o visitar Lipoimplante para información adicional sobre injertos de grasa.
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